El Periódico de Catalunya
17/5/2008













Ferran Pujol. Foto: SANTIAGO BARTOLOMÉ






AL GRANO // ENTREVISTA CON FERRAN PUJOL, FUNDADOR DE PROJECTE DELS NOMS

Ferran Pujol: "El sida mata menos, pero se extiende como nunca"


BLANCA ESPACIO, Barcelona

MEMORIAL INTERNACIONAL DEL SIDA. Avenida de la Catedral. A las 12 horas.

El Memorial Internacional del Sida cumple 15 años, y lo hace con los tapices que recuerdan a los muertos por el virus y una pitada que se repetirá, más fuerte, a las ocho de la tarde y que constituye el acto central de la Semana de Acción contra el Sida. La iniciativa nació en Estados Unidos y llegó a Catalunya de la mano de Ferran Pujol, que sigue al frente de un proyecto "que remueve conciencias".

--El lema es "No abandonis mai, no oblidis mai. Fem soroll contra la sida". ¿Estamos olvidando?

--Más que el olvido, nos preocupa que el sida se integre como algo sin solución, algo por lo que no vale la pena seguir luchando.

--¿La pitada es una protesta?

--Es un toque de atención a la sociedad y los políticos, para que recuerden que el sida no ha parado y que no han cumplido sus promesas: universalizar los medicamentos y generar un cambio de conductas.

--Pero el sida mata menos.

--Por suerte, en España el sida mata menos, pero se está extendiendo como nunca. Por todas partes. Y el 40% de los infectados no lo sabe.

--El avance médico es innegable.

--Hemos evolucionado mucho en lo clínico, pero poco en lo social. Nuestra oenegé hace centenares de pruebas del sida al año. Cuando le dices a alguien que es seropositivo, el afectado suele estar más hundido por el estigma social que por la patología. Es una epidemia oculta que tiene que salir del armario.

--¿Qué busca Projecte dels noms?

--Es un proyecto que rescata a los muertos del sida de la frialdad de las estadísticas y que permite, con un lenguaje muy humano, acercar la realidad del VIH a la gente.

--Quince años de memorial y de tapices ¿sirven de algo?

--El tapiz es un símbolo, quizás el más visible, el que más ha ayudado a mantener viva la llama de la lucha contra el sida.